El ejercicio es sinónimo de conductores mayores más seguros

A medida que las personas mayores envejecen, se producen retrasos en las respuestas, reflejos más lentos y otros problemas que afectan a su capacidad para conducir de forma segura y responsable. Sin embargo, Abogados de accidentes de coche en Thousand Oaks creen que los programas de ejercicio que se centran en gran medida en el desarrollo de la fuerza y la flexibilidad pueden ayudar a reducir las deficiencias relacionadas con la edad, ayudando a los mayores a conducir con seguridad, incluso a medida que envejecen.

Hay problemas específicos relacionados con la edad que afectan a los conductores mayores y a su capacidad para conducir con seguridad. Por ejemplo, el dolor de espalda, la rigidez y otros problemas pueden reducir la capacidad de una persona mayor para girar y buscar vehículos en su ángulo muerto. Esto significa que la persona mayor corre un mayor riesgo de verse implicada en un accidente con un conductor al que ni siquiera ha visto.

Científicos del laboratorio del MIT colaboraron con el Hartford Center for Mature Market Excellence para estudiar cómo los programas de ejercicio centrados específicamente en la flexibilidad, la amplitud de movimiento, la coordinación y el desarrollo de la fuerza ayudaban a los conductores mayores a conducir mejor. Descubrieron que cuando los mayores participaban en un programa de este tipo, les ayudaba a girar mucho más rápido. Las personas mayores también declararon que les resultaba mucho más fácil dar marcha atrás con sus coches, en comparación con los conductores que no participaban en el programa de ejercicios.

Aparte de un programa de ejercicio regular, los automovilistas mayores también pueden tomar otras medidas para seguir reduciendo el riesgo de accidentes evitando las horas del día con mucho tráfico para conducir, y evitando las rutas desconocidas. Reduzca en lo posible la conducción nocturna y hágase pruebas de visión todos los años.

Las personas mayores necesitan conducir para mantenerse móviles, activas y sanas. Según las estadísticas, cuando las personas mayores pierden la capacidad de conducir, su salud se resiente. Los familiares tienen un importante papel que desempeñar en la seguridad de los conductores mayores. Vigile a la persona mayor que vive en su casa y busque signos de que su capacidad para conducir pueda estar mermada.