Puede resultar tentador proceder a negociar con la compañía de seguros por su cuenta porque sus lesiones parecen ser leves. Hacerlo puede ser un grave error.
Por ejemplo, cuando sufres latigazo cervical en un accidente por alcanceSin embargo, es posible que los síntomas reales no aparezcan hasta pasados unos días o incluso semanas. Mientras tanto, es posible que sufra algún tipo de dolor de cuello que considere que no es lo suficientemente grave como para preocuparse. En muchas lesiones, los síntomas no aparecen hasta semanas después. Un ejemplo claro es el latigazo cervical, pero hay varias lesiones en las que el alcance de la lesión puede hacerse evidente sólo semanas después.
Aunque sus lesiones sean lo que usted considera leves, pueden tener consecuencias a largo plazo que quizá no haya apreciado del todo. Digamos, por ejemplo, que ha sufrido una lesión en un dedo en un accidente. Puede que crea que, al tratarse de una simple lesión en un dedo, no necesita un abogado negociar un acuerdo para usted porque la lesión se curará rápidamente y podrá seguir trabajando como antes.
Sin embargo, puede que las cosas no le salgan así. Si su trabajo consiste actualmente en tareas manuales, o tareas en las que utiliza las manos o los dedos con mucha frecuencia, entonces puede encontrarse con que la fractura de dedo limita ahora su capacidad para realizar las mismas tareas que realizaba antes. Eso repercute inmediatamente en su capacidad para obtener ingresos, y podría incluso determinar si puede volver a desempeñar el mismo trabajo que hacía antes. Estas son cuestiones que usted puede plantearse después de un accidente, y son cuestiones que debe resolver antes de llegar a cualquier tipo de acuerdo con la aseguradora.