En realidad, ningún accidente de tráfico es leve. Y ninguna lesión derivada de un accidente de tráfico es menor. Algunas de esas lesiones menores se convierten en dolencias que pueden requerir cirugía de urgencia.
Algunas lesiones no afloran inmediatamente porque presentan síntomas retardados. En esencia, se trata de una lesión oculta. Al principio, el dolor y las molestias pueden ser leves o incluso latentes. Pero esos síntomas -un dolor de cabeza que empeora, un torso magullado y náuseas- pueden aflorar horas, días o incluso meses después de la colisión inicial.
Retrasar los síntomas significa retrasar el tratamiento médico. Es posible que haya sufrido una lesión importante y ni siquiera se dé cuenta. En casos extremos, el retraso en el tratamiento puede provocar lesiones debilitantes e incluso la muerte.
Éstos son algunos de los más síntomas comunes de lesiones retardadas que pueden sufrir las víctimas tras un accidente de tráfico:
Cualquiera de estos síntomas son señales de advertencia de que su salud puede estar en peligro.
Usted quiere despertarse por la mañana, así que no ignore ni la más mínima lesión tras una colisión automovilística. Ese entumecimiento en la pierna o el empeoramiento del dolor de cabeza pueden llevarle a someterse a procedimientos médicos que le salven la vida.